TWITTERATURA ¿NUEVAS FORMAS DE LO LITERARIO?

twitterfictionfest(Imagen de Imaginative Twitterature of the Twitter Fiction Festival)

Escuchó lo que no tenía nombre, lo que gemía, siseaba, bramaba y crujía en los fosos, los pozos, los cosos y todos los nombres del miedo, el silencio. Y el monstruo estaba ahí.  

¿Podemos llegar a consumir literatura, a través de Twitter? Y vayamos más allá: ¿podemos crear literatura, a través de Twitter e impulsarla, por ejemplo, por medio de su género estrella, el microrrelato?

Antes de publicar este post, lancé un tuit con ambas preguntas. En menos de dos minutos tuve tres respuestas, una de ellas asintió y dirigió su mirada hacia otro género literario, movido en esta red los últimos días: el teatro. Una segunda respuesta también optó por la afirmación y se fue hacia el aspecto de creación y creatividad. La tercera respuesta me envió directamente a una propuesta: compartir un libro a través de Twitter.

Con este antecedente, comenzaré diciendo que creo fielmente en el impulso y fuerza que tienen las redes sociales, en especial Twitter. También creo que la Literatura es un arte que le viene bien a esta plataforma, tanto para compartirlo, utilizando la hipertextualidad, como para la creación de literaturas propias. Ejemplos de esto sobran: hay infinidad de usuarios y cuentas especializadas en repartir Literatura, como Electric Literature, ¿Qué Leer? o la famosa Nalgas y Libros. Y, por supuesto, hay cuentas y herramientas que proponen la creación desde la propia autoría. En ese sentido, el microrrelato, el minicuento, el microcuento, o cualquiera de las decenas de nombres que se le endilgan, es un género perfecto para eso. ¿Por qué?

Primero, escogeré una definición entre tantas que rondan su naturaleza: “El minicuento es una travesura donde se combinan inteligencia, palabra, destreza y cierta dosis de magia dentro de una estructura rigurosa, para extraerle a la expresión todos los valores posibles”. Esta definición de Omil y Piérola está recogida por Violeta Rojo en su obra «Breve manual para reconocer minicuentos» . Omil y Piérola completan su descripción con la característica fundamental de estos textos literarios: la brevedad, un aspecto que Twitter conoce muy bien.

Twitter ha aprovechado su particular forma de expresión, encapsulada en 140 caracteres, para repartir mensajes de todo tipo y recurrir a métodos distintos para alcanzar interés. La Literatura no se ha salvado: uno de los hashtags más usados es el de #Microcuento, por medio de él, miles de personas comparten las cosechas de su propia invención o replican los textos mínimos de famosos microcuentistas como es el caso del magnífico Julio Cortázar o del gran Augusto Monterroso. Las temáticas van desde lo más manido, quizá el amor o el desamor, hasta lo cotidiano o lo político y gran parte de lo contado camina en las preocupaciones de la metaliteratura, escribir sobre escribir, tuitear sobre tuitear. Asimismo, y en esta misma tónica, han nacido y crecido iniciativas como Ciudad Mínima. Esta se ha dedicado, con bastante éxito, a promover la «Twitteratura», la lectura y escritura dentro de este género y alrededor de él. Una visión interesante sobre esa llamada Twitteratura y sus probabilidades la tiene Mundo Cabaret, donde se plantea que la restricción de los 140 caracteres no implica una limitación, por el contrario, sugiere un importante estímulo creativo.

Con motivo del último festival de Ciudad Mínima, preparé una entrevista con su invitado de honor este año, el escritor mexicano Alberto Chimal. La idea fue conocer la opinión de ganador del Premio Rómulo Gallegos, a cerca del tema tratado en este post. La comparto y, a partir de ella, acudo a la frase de que «el medio es el mensaje», para proponer que Twitter y sus posibles contenidos sí tienen la capacidad de servir como plataforma literaria, tanto en el impulso, como en la creación de literaturas con lenguajes propios y decodificaciones inherentes, sin que esta posición implique todavía un gran estudio del tema, más allá de mi observación personal.

Sin embargo, como la verdad no es una sola, replanteo la pregunta e incluyo una segunda opción: ¿Creen ustedes que podemos construir literatura e impulsarla a través de Twitter? ¿O al mezclar Twitter y Literatura estamos desvirtuando el arte, al darle tratamiento de red social?

Bonus Track: Para los amantes del microrrelato, aquí les dejo el Decálogo del Microrrelato de David Lagmanovich, el genio en el estudio de la Microliteratura.

15 comentarios en “TWITTERATURA ¿NUEVAS FORMAS DE LO LITERARIO?

  1. Me parece muy interesante la idea de transporta la literatura a la era moderna, y estoy de acuerdo con que esta puede abrir muchas puertas, en lugar de reprimirla. El internet nos permite ser más dinámicos en la lectura, además de que el alcance es mucho mayor.
    Twitter, al ser una red social de algunos años, todavía tiene que pasar por varios experimentos, pero es bueno saber que se trata de incorporar a los libros. Es una forma práctica de compartir unas bellas creaciones literarias.
    Con respecto a la longitud, se puede alcanzar grandes textos sin la necesidad de miles de palabras, eso es lo que puede diferenciar a los grandes escritores.
    Comparto una página muy curiosa, que trata de historias de varios usuarios, contadas en solo dos oraciones: http://www.twosentencestories.com/?p=42529
    http://9gag.com/gag/av0v95O/20-terrifying-two-sentence-horror-stories

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  2. La modernidad puede resultar de buena ayuda para lo literario, en vez de ver lo tecnológico como un arma de doble filo deberían de verla como una ayuda y progreso para poder tener un campo literario más amplio que antes.
    Aunque el twitter es bueno sobre todo para ver tendencias, y para tener grand covertura, deben de contribuir colectiva mente, si no eso no funciona.

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  3. Si bien me mostraba escéptico en un inicio ante la idea de que la cultura se difunda por medio de una red social, hoy me siento esperanzado con esta iniciativa —que está muy iniciada ya—. Si bien masificar algo tan complicado, y hasta frágil, como la buena literatura puede resultar demasiado idealista en un inicio, picar la curiosidad de miles de lectores virtuales —de Twitter, claro— resultaría beneficioso para la difusión de la empolvada cultura hoy en día. Desde un punto de vista más pesimista, claro que la única consecuencia de la «twitteratura» sería que las masas asuman que cualquiera puede escribir una gran obra en 140 caracteres. ¿Cómo se podría escribir «Guerra y paz» de manera tan magistral en tan poco espacio?

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    • ¿Sabes? creo que no se necesita credenciales para escribir y que cualquiera que sienta la necesidad no solo puede hacerlo, sino que DEBE hacerlo. El producto literario se definirá por sí solo, su calidad lo decantará del resto: pasa en todas las artes. Así como hay cualquiera que escribe poesía, cuentos o novelas, fuera de lo virtual. Es el producto final el que define si merece la pena o no, a través de los ojos de quien lo lea y lo catalogue. Cualquiera puede escribir Literatura, pero no toda ella tiene calidad. Cualquier puede escribir Literatura y ojalá mucha más gente lo hiciera e intentara. Yo estoy a favor de la universalización de ese arte y en contra de cualquier canon que busque hacerla exclusiva y exclusivista. Gracias Paúl 🙂

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  4. En mi opinión, la idea de «twitteratura» tiene más aspectos negativos que positivos. Bien es cierto, que en la actualidad— somos una sociedad tecnológica y cibernética hasta las células— las redes sociales juegan un rol esencial dentro de la comunicación entre las masas, permitiendo a todos los integrantes, estar inter-conectados con una ola masificada de información. Pero, penosamente, no llega a satisfacer algunas de las necesidades de los seres humanos como: apreciar el arte, tener experiencias directas con los textos literarios etc. Considero que el punto rescatable de esta nueva tendencia de utilizar Twitter a favor de la literatura es el esparcimiento de la misma. En efecto, usar una red social, puede ser el punto de partida para iniciarse en la Literatura. No obstante, está visión es minimalista, ya que no se ve el impacto que se produce en los usuarios. Pienso que utilizar 140 caracteres para crear una obra de arte es difícil de concebir, aunque, respetable para quienes les guste este género. Otro aspecto negativo, es que la literatura se ve limitada en el acto de escribir y en la concepción de los usuarios acerca de esta. Si mañana sin haber leído nada, veo que los Microcuentos son rápidos de leer, voy a crear una idea concebida de que literatura se basa en textos cortos (siempre tomando en cuenta un desconocimiento total de la literatura), lo cual es llegar a limitar su potencial. Por otro lado, dicha concepción puede provocar «pereza intelectual y lectora» cuando tengan que leer libros de mayor amplitud. En fin, este tema — aunque mantenga una opinión pesimista sobre su funcionalidad —creo que es decisión de cada individuo, el de crearse su propia idea de los efectos del lazo entre redes sociales y Literatura.

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    • ¡Oye! que no te lea Cortázar o Borges o Macedonio o cualquiera de los escritores de Literatura mínima porque saldrán de sus tumbas para explicarte sus cuentos, así como los grandes escritores de la actualidad, consagrados y premiados por enfocarse en esa escritura pequeña y en varios casos, los que tienen, incluso, menos de cien caracteres. Creo que estás planteando una visión superficial del asunto y minimizando al lector, asumiéndolo vago o mediocre. Los microrrelatos requieren mucho trabajo, no es tan fácil como para hablar de una «limitación del acto de escribir», asegurar eso es tremendamente ligero y, por otro lado, la pereza de leer se la tiene con una línea de una frase, esté esta en un libro de mil páginas o en un cuento de 140 caracteres. Gracias por tu comentario, respeto mucho tu opinión. 🙂

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  5. El Twitter y el micro cuento, tienen un mismo objetivo, decir algo en cortas oraciones o frases, por esa razón me atrevo a nombrar una frase coloquial: «las mejores cosas vienen en frascos pequeños». Normalmente estamos acostumbrados a que lo grande es lo mejor, pero a mi parecer el arte del microcuento, tanto como la opción que te ofrece Twitter, es una manera de darle una esencia y objetividad a un mensaje, en ambos ámbitos. Puesto que a mi parecer, es un trabajo muy complicado crear un microcuento, por ello me parece un arte. Y en mi opinión, yo pienso que el Twitter, no la distorsiona, al contrario el microcuento encontró un aliado para potenciarse.

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  6. Twitter, como herramienta o medio para crear productos artísticos, tanto tiene ventajas como desventajas. En géneros como el microcuento, la red social puede llegar a ser funcional e incluso asegurar y promover el ingenio, al solo contar con 140 caracteres para la invención de un producto. Como propondría Cortázar, el alcance de la obra tendría que ver con el «knockout» o la capacidad de impacto por la propia genialidad de la obra en un momento corto y sin tanto desarrollo de la misma. Sin embargo, en géneros como la novela la red social no funcionaría, ya que en este caso el round o la lucha de boxeo de Cortázar se gana por puntos, que se producen a lo largo de todo el desarrollo de la obra, mas no por una inmediatez del impacto de la obra.

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    • Exactamente, pienso lo mismo. Aunque, en el caso de novelas o relatos más largos, la red social sirve perfectamente para difundir contenido literario, parcial o total, así como promocionar obras. En este caso, mi post plantea la utilización de Twitter para ambas cosas, pero en cuanto a la creación, solamente habla del microrrelato. 🙂

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  7. No creo que una obra de arte necesite tener una extensión definida para que sea considerada como tal. Muchos de los grandes cuentos o relatos tienen un solo párrafo o, incluso, unas pocas líneas: este es el caso del famoso cuento de Monterroso, el cual no deja de ser un gran cuento por solo tener 2 líneas. Creo que en este sentido, la «twitteratura» puede ser considerada no solo como puerta hacia la literatura, sino como verdadera literatura.
    Sin embargo, hay que tener cuidado: no todo minicuento o microrrelato es una obra de arte. He aquí una desventaja. Los usuarios pueden empezar a creer que todo lo que leen, y que forma parte de este género, puede llegar a ser considerado como una obra de arte, y esto no es correcto.

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  8. Como ya lo hemos tratado anteriormente en otros blogs, la tecnología es una creación espléndida. Las redes sociales que la conforman, son de gran ayuda para su difusión,muchos creen que el mero hecho de utilizar este medio como impulso al arte, es desvirtuar el mismo. En mi opinión, pienso que debemos avanzar al mismo ritmo que lo hace el mundo tecnológico. Es un gran aporte, en este caso, que una persona que recién se está iniciando en la escritura de microcuentos o microrelatos, utilice Twitter con el fin de darse a conocer,alcanzar cierto «reconocimiento» y al mismo tiempo promulgar a las personas la lectura.

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  9. Quiero rescatar el desarrollo que ha tenido el minicuento en twitter, precisamente Silvia expone este tema a lo largo de su publicación, esta red social por medio de su limitación de caracteres ha incentivado a muchos usuarios, no solo escritores «avanzados», a contar un breve relato en tan solo 140 caracteres, la rápida difusión de estos pequeños mundos tiene un valor importante para los amantes de la literatura, además a diferencia de mi colega Paúl Cepeda, considero que precisamente estos son los espacios en los cuales se pueden dar espacio a quienes jamás podrán escribir una gran obra como la citada por Paúl: «Guerra y paz», se debe recordar que los concursos de microcuentos limitan la extensión narrativa de la obra.

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  10. Pienso que el uso en sí de twitter supone un ejercicio de creación similar al de los procesos del minimalismo que ayuda a producir textos breves y de alto impacto. Sin embargo, creo que antes de crear este tipo de impacto en el lector a través de textos breves, es necesario leer… Y leer mucho para expandir el léxico y, en base a dicho aprendizaje, hallar las palabras precisas para escribir un buen microrrelato.

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